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Se vende niña actriz

El señor Quresh se encoge de hombros ante semejante atropello moral, y alude a las necesidades de su familia y al futuro que merece su hija. Claro. Merece un futuro en el que sea adquirida (AD-QUI-RI-DA) por menos de 60.000 euros.
La familia de Rubina cobró unos 2.000 euros por la participación de ésta en la última película de Danny Boyle, una cantidad que ha elevado a la palestra pública el debate acerca de los salarios que deben pagar los productores cinematográficos en localizaciones tercermundistas: minuta del país origen o nóminas de la nacionalidad del trabajador.
Tropelía en do mayor, oiga.