0

El humor adolescente se hace mayor

Posted by Daniel PS on 11:42 in ,
020809

Parece que no, pero ya hace diez años que los muchachos de 'American Pie' pactaron echar el primer caligüete antes de dejar el instituto. Diez años. Desde entonces, a la heredera del humor soez adolescente le crecieron los enanos con mayor o menor acierto hasta llegar a 'Te quiero, tío', quintaesencia de este subgénero bajo el que subyace la comedia romántica.

Hace poco, con '¿Hacemos una porno?' Kevin Smith demostró que por muy bestia y descarnado que se sea, hasta el más freak de cómicos escatológicos sienta la cabeza tarde o temprano a la sombra del perfume que emana la almohada de la mujer amada. Y el caso que nos ocupa es evidente en este campo.

'Te quiero, tío' tiene ese punto de gamberrismo tópico sin licencias, como un coto abierto de bromas cargadas de testosterona y ganas de revolverte el estómago por momentos. Busca la complicidad de un público que entiende muy bien de lo que le hablan, levanta lugares comunes que cualquier conoce por las mil charlas de cubata y soltería (transitoria, perpetua, momentánea o pretendida) y obliga al espectador masculino a señalar la pantalla buscando la mirada de acompañante/s o desconocido/s con esa expresión de "real como la vida misma". Y esa ahí donde está la gracia de la peli.

No hay mucho donde rascar. La habilidad de este tipo de cine está en que lo que parece sencillo siga pareciendo sencillo. Me explico. Cualquier relato es, por definición, una impostura, así que todo lo que se refleje será una mentira como un piano. Bien. Este género pretende ser, salvando las distancias, una versión carbónica del neorrealismo, un reflejo de la vida (en este caso, de jóvenes profesionales que antes vivían una juerga perpétua y ahora pagan las consecuencias... en cualquiera de sus formas), y conseguir que esa sensación de genuidad sea total no es tarea fácil. Sin embargo, el buen sabor de boca que crea esta agradable tontería de película demuestra que sus intenciones, cuando menos, quedan satisfechas.

Sin duda, lo mejor de 'Te quiero, tío' llega con Jason Segel, sin el cual este parque temático se habría quedado en un suflé aplastado. Como siempre, Paul Rudd le da al film ese punto que todos los directores que le contratan buscan al final: un quiero y no puedo de aire 'brit' de la mano del Hugh Grant de garrafa con acento yanki.

|

0 Comments

Publicar un comentario

Copyright © 2009 El piloto automático All rights reserved. Theme by Laptop Geek. | Bloggerized by FalconHive.